Por su importancia para la historia de México, por su belleza, antigüedad y valor estético, les comparto las 49 litografías del libro Trajes Civiles, Militares y Religiosos de México, por Claudio Linati, de 1828.
Linati, Claudio (1790-1832).
Pintor y litógrafo italiano, nacido en Carbonera (Parma, Italia) en 1790 y muerto en Tampico (México) en 1832, considerado el padre de la litografía mexicana.
Vida
Hizo la carrera militar, y participó en todas las campañas de Italia desde 1798. En 1821 se refugió en Barcelona, donde fue jefe de migueletes (mercenarios), y actuó en la Cerdaña y el Ripollés. Llegó a tener bienes considerables en Cataluña. En 1823 fue hecho prisionero en la Seo de Urgel, y luego enviado a Montlouis (Francia). En octubre del año siguiente se traslada a Aviñón, y poco después a Bruselas. Ese año escribe una carta a Espoz y Mina, sin fecha, de la cual se conserva copia.
En lo que respecta a su carrera artística, se formó en el taller de David en París. El 6 de marzo de 1825 llegó de Europa a Alvarado, en México, con la misión de inspeccionar la costa, y buscar un punto de anclaje para los barcos y las máquinas de las compañías mineras. El 22 de septiembre de ese año se trasladó a Veracruz para estudiar litografía. Al año siguiente marchó a México capital donde, con ayuda del gobierno, abrió un taller de litografía en colaboración con Gaspar Franchini, en el que instaló la primera máquina llegada a México con este fin. Durante el proceso de instalación, en febrero de 1826, murió Franchini.
En el pequeño taller, que constaba de una prensa para transportes, otra para impresión y una colección de estampas de artistas franceses que servían de modelo y ejemplo a los alumnos, Linati comenzó a trabajar; pero la labor rutinaria entraba en conflicto con su temperamento fogoso de aventurero. Había sido miembro de la Guardia Rosa del gobernador de Piamonte; soldado de Napoleón en Silesia y Polonia; estuvo preso en Hungría y refugiado en España; fue miembro de la Sociedad del Sublime Maestro y había intervenido en las luchas en favor de la Milicia Nacional de Barcelona y del gobierno Liberal de España. Para encauzar sus inquietudes, se asoció con su compatriota Fiorenzo Galli y con el poeta cubano José María Herediay fundó el periódico El Iris, que se publicó con gran éxito entre febrero y agosto de 1826. En él publicó sus obras litográficas, como los retratos de Guadalupe, Victoria, Morelos e Hidalgo, y también algunos artículos de opinión que le obligaron a abandonar México un año después de su llegada.
Se fue en septiembre de 1826, dejando dos discípulos: el joven oaxaqueño José Gracida, impresor que superó a su maestro, y el teniente de ingenieros Ignacio Serrano, quien grabó en litografía planos topográficos y militares y pocos años después pasó a ocupar la dirección de las clases de litografía en la Academia de San Carlos.
Cuando volvió a Europa, marchó a Bruselas en marzo de 1827. Allí publica al año siguiente Costumes civils, militaires et religieux du Mexique. Dessinés d’après nature par… , libro que se imprimió en la Litografía Real de Jobard, donde trabajó desde su regreso. Ese conjunto de estampas, iluminadas a mano con un colorido rutilante, tienen el valor de haber sido la primera codificación de los tipos y costumbres del México de entonces. Este libro se tradujo al español (Trajes civiles, militares y religiosos de México) y fue publicado en México en 1956, con prólogo de Manuel Toussaint, y de nuevo en 1979, con una introducción de P. Martínez Peñaloza.
Linati, siendo un artista de tradición clasicista, formado en la escuela de David, consiguió plasmar en esta obra una visión de los mejicanos, de sus costumbres y aspectos de la vida cotidiana que va más allá de la belleza de sus láminas. Reflejó la belleza propia de los mejicanos, y aun de los negros costeños. Al tiempo que realizó comentarios sobre las mujeres mejicanas, que pintó en sus litografías de la forma más exquisita, ensalzó al criollo mejicano por haber dado valientemente su sangre por la Independencia; discutió los trajes militares y describió costumbres y tipos de todos los géneros.
En 1830 es uno de los miembros de la Giunta liberatrice Italiana, fundada en París. En la crisis de 1830-1831 tiene, al decir de Galante Garrone, fiebre de acción: había conspirado con Misley, con Pirondi en Marsella, en la Junta, y es ahora cuando se deja penetrar, según esta interpretación, de influjos buonarrotianos. El fracaso de estos años le lleva a la desolación. El 11 de diciembre de 1832 Linati regresó a México, donde murió a los tres días de su llegada en Tampico, a causa de unas fiebres.
Las prensas y útiles del taller de Linati en México pasaron a la Academia de San Carlos donde se instaló un taller. Allí trabajaron litógrafos como Adriano Fournier y Pedro Robert; el puesto de profesor de este taller lo ocupó, como se ha citado más arriba, su aventajado alumno Ignacio Serrano.
Bibliografía
Archives Nationales. (París, F7 11981 y 11988).
GALANTE GARRONE, Alessandro. Filippo Buonarrotti e i rivoluzionari dell’Ottocento (1828-1837). (Turín: 1973 [2ª ed.]).
El Iris, nº 3 (18 de febrero de 1826).
PALAU Y DULCET, Antonio. Manual del librero hispanoamericano (Barcelona: 1948-1977 [2ª ed.]).
RAMÍREZ ROJAS, Fausto: Arte del siglo XIX en la Ciudad de México. Madrid, 1984.
Autor(es) de esta reseña: Beatriz Alegre Carvajal. Alberto Gil Novales.
Fuente del texto entrecomillado: Texto extraído www.mcnbiografias.com
Artículo original en: http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=linati-claudio
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