Este templo se comenzó a construir en 1708 y se concluyó en 1716, dedicado a la adoración de la Virgen de Guadalupe. Entre 1729 y 1737 se construyó una casa adosada al Santuario, para que hicieran uso de ello los capellanes, en 1760 se hizo entrega tanto del templo como del edificio anexo a los frailes Franciscanos Descalzos.
Es de notarse que para el último cuarto del siglo XVIII, la ciudad de Valladolid estaba circundada por templos dedicados a santas patronas: al norte, Santa María de los Urdiales, al sur, Santa Catarina Mártir, al poniente Nuestra Señora de la Merced y al oriente Nuestra Señora de Guadalupe.
El crucero y el presbiterio del templo se ampliaron en 1777, y para octubre de 1785 pasó por un proceso de restauración, a cargo de Fray Antonio de San Miguel. En 1807 se le construyó el muro del atrio, que rodeaba el perímetro norte del templo y el cementerio ubicado al poniente. En ese entonces, no existía vialidad entre el cementerio y el templo, que actualmente es la Tata Vasco.
Para septiembre de 1821 se le construyó el altar mayor.
A mediados del siglo XIX la corriente higienista y la necesidad de que los cementerios se ubicasen fuera de la mancha urbana de la ciudad, llevaron a la clausura del cementerio frente al templo, que se creó en 1807, y fue clausurado en 1859. En 1873 se derribó el muro del atrio y en su lugar se colocaron postes de cantera unidos con cadenas de fierro. Este adorno subsiste en la plazuela en que ha quedado convertido el ex cementerio.
Los cambios más significativos en la forma del templo se dieron en el siglo XX: de 1907 a 1913 se decoró su interior con barro cocido y policromado, formando esculturas en forma de flores, obra del genial artesano Joaquín Orta; en 1955 se le construyó una repisa de madera con 4 columnas, una corona de madera, yeso y barro, con motivo de la coronación de la Santísima Virgen de Guadalupe; en 1975 se remodeló parte de su decorado interior, y los murales que representaban las apariciones de la virgen fueron reemplazados por murales (obra de Pedro Cruz) donde se representa la llegada y obras de los hermanos franciscanos, que desde 1964 tienen asignado el Santuario (desde 1925 estaba administrado por el clero secular).
En 1989 se reemplazó la repisa de madera, yeso y barro por otros materiales, actualmente el templo tiene una torre de dos cuerpos con imafronte piramidal, cúpula de estilo barroco y un decorado de los más bellos en Michoacán. En su altar aparecen San Francisco y San Diego, además de una copia autorizada del Ayate de Juan Diego; en su parte norte está una pequeña capilla que en los últimos cinco años ha sido decorada con pinturas murales.
De resaltarse es la cruz ochavada que está en el jardín al norte del templo, que según algunos autores, es la cruz que se ubicaba en el panteón municipal de Morelia, y en ella amarraban a los condenados a muerte por fusilamento.
Respecto al ex convento, éste se comenzó a construir hacia 1761, se concluyó en 1769 y se inauguró ese mismo año. El 12 de julio de 1859 los religiosos fueron exclaustrados, y el convento se arruinó.
Posteriormente se ubicó en el edificio el hospital civil, y durante la segunda mitad del siglo XIX tuvo varios usos, como sede de la exposición artesanal e industrial de Michoacán, Academia de Niñas (ver litografías al respecto), y hasta la primera mitad del siglo XX siguió cambiando de uso, hasta que en el año de 1967 se ubicó aquí la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, motivo por el cual se acondicionó para cumplir con esa función.
Fuentes:
Guzmán Pérez, Moisés. “El Santuario de Guadalupe, la Calzada y el Exconvento de San Diego”, en figueroa Zamudio, Silvia, Morelia Patrimonio Cultural de la Humanidad, UMSNH y Gobierno del Estado, Morelia, 1995.
Torre, Juan de la. Bosquejo Histórico de la Ciudad de Morelia. Morelia, Mich. UMSNH. 1986.
Torres, Mariano de Jesús. Diccionario Histórico, Biográfico, Bibliográfico, Geográfico, Estadístico, Zoológico, Botánico y Mineralógico de Michoacán. Imprenta particular del autor, Morelia, 1905-1915.
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Un templo bellísimo.
Vale la pena visitarlo.
Muy interesante!
Precioso templo una arquitectura única. Soy de San Luis Potosí, mi nombre Fernando Rojas Moreno, médico Ortopedista. El sábado 14 de octubre tuve el gusto de conocer la Iglesia, y conocí a unos colegas en una boda que se celebró a las 12pm, quedé mandarle unos folletos de un congreso que será aquí en San Luis Potosí capital, pero perdí el domicilio para mandar la invitación por paquetería, no sé si en la iglesia me podrían brindar información, mucho agradecería. Mi correo es fernandorojasmoreno@hotmail.com, muchas felicidades por un templo tan bello. Buen día.
Sin duda el templo más bello de Morelia, y uno de los más bellos de México, sobre todo en los momentos en que entra el sol por la cúpula. Lástima que el convento no se haya respetado y sufrido tantas transofrmaciones… cosas del tiempo y de otras ideas y valores. Es lo que más presumo de mi Morelia… junto con Catedral. Gracias por el artículo.