Los secretos de los murales de Pedro Cruz Castillo en San Diego, parte IV: la importancia de la escritura

Hacia el año de 1975 el maestro Pedro Cruz Castillo creó las monumentales pinturas que decoran las paredes del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe de San Diego de San Francisco de Morelia, mejor conocido como Santuario de Guadalupe o Templo de San Diego.

Los franciscanos enseñando artes y oficios
Los franciscanos enseñando artes y oficios

En la cuarta pintura, que es la que se encuentra a mano izquierda al otro lado del púlpito, podemos ver a los franciscanos enseñando las artes y oficios a los naturales. Se ve la albañilería, la carpintería, la escritura y justo de ello podemos ver que abajo a la izquierda hay un libro abierto, pero no es la biblia, en este libro abierto, en su página par está escrita la divisa de la Virgen de Guadalupe: “No hizo cosa igual con ninguna otra nación”; y en la página non se ve la imagen de la Santa Patrona de este templo.

Por otro lado, al centro de la imagen, vemos a un franciscano enseñando la escritura a un grupo de menores, y en la mesa donde están practicando, se ve un par de libros encima de un códice.

Arriba a la derecha del cuadro, podemos ver como remate de este bello cuadro, a un grupo trabajando en la imprenta.

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Los secretos de los murales de Pedro Cruz Castillo en San Diego, parte III: el penacho de Moctezuma

Hacia el año de 1975 se crearon las monumentales pinturas que decoran las paredes del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe de San Diego de San Francisco de Morelia, mejor conocido como Santuario de Guadalupe o Templo de San Diego.

Los franciscanos evangelizando
Los franciscanos evangelizando

En el tercer cuadro, que está a mano izquierda desde la entrada mirando al altar, se ve un paisaje dominado por un grupo de personas que están siendo bautizadas por los franciscanos. A la izquierda se ve un noble despojandose de sus atributos de realeza (su capa), ya que ante Dios todos somos iguales. En la esquina inferior izquierda, se ve el famoso penacho de Moctezuma, que de acuerdo con algunos autores, en realidad es un quetzalapanecáyotl, es decir, un tocado de plumas de ave que era utilizado como un resplandor, portado durante las batallas por el soberano.

Acercamiento al tercer mural, aquí se ve el quetzalapanecáyotl sobre una capa, ambos descansan en una piedra. Fotografía: Ricardo Espejel Cruz.

Para ver más datos acerca del penacho de Moctezuma, ver: https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/el-penacho-de-motecuhzoma

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Los secretos de los murales de Pedro Cruz Castillo en San Diego, parte II: El ídolo que cae

Hacia el año de 1975 el maestro Pedro Cruz Castillo creó las monumentales pinturas que decoran las paredes del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe de San Diego de San Francisco de Morelia, mejor conocido como Santuario de Guadalupe o Templo de San Diego.

Los franciscanos combaten la idolatría
Los franciscanos combaten la idolatría

En el segundo de los cuadros, que es el que está al lado derecho del pasillo central desde la entrada, mirando al altar, antes de llegar a la mitad del templo, se puede ver a tres franciscanos que detienen un sacrificio. El sacerdote lleva un puñal de obsidiana, mientras que dos ayudantes sujetan al que iba a ser sacrificado. En un altar, a la izquierda del cuadro, se ve que dos franciscanos erigen una cruz rústica, que reemplaza un ídolo que yace en el suelo hecho pedazos. Del lado derecho, se ve un monolito que comienza a caer, al parecer empujado por una luz divina que emana de la cruz. El ídolo que cae es la Coatlicue, la dama con falda de serpientes, también conocida como Tonantzin, la madre de los dioses.

Al lado derecho de la imagen, se ve al ídolo que representa a la diosa Coatlicue o Tonanzin. Fotografía: Ricardo Espejel Cruz.

Fray Bernardino de Sahagún, en el Apéndice del libro XI de su Historia general de las cosas de la Nueva España (1575-1577) y en el Kalendario mexicano latino y castellano (ca. 1585), menciona que en el Tepeyac o Tepeaquilla se adoraba a Tonantzin, la “Madre de los dioses”, “Nuestra madre”. Para ver más acerca de este tema: https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/de-tonantzin-la-virgen-de-guadalupe

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Los secretos de los murales de Pedro Cruz Castillo en San Diego, parte I: el rostro de Jesucristo

Hacia el año de 1975 el maestro Pedro Cruz Castillo creó las monumentales pinturas que decoran las paredes del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe de San Diego de San Francisco de Morelia, mejor conocido como Santuario de Guadalupe o Templo de San Diego.

Llegada de los franciscanos al Valle de México, por Pedro Cruz Castillo, circa 1975.

En el primero de los cuadros, que es el que está al lado derecho del pasillo central desde la entrada mirando al altar, cerca del pulpito, se ve a un grupo de frailes que llegan al valle del Lago de Texcoco. Uno de los frailes lleva la capucha puesta y carga un libro, en el cerro que se alcanza a ver sobre su hombro izquierdo, se ve el rostro de Jesucristo.

Llegada de los franciscanos al Valle de México, acercamiento. Se ve el rostro de Jesús en el fondo.

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Costo aproximado de la escultura de la ninfa acuática Tetis, en el Jardín de Villalongín

Reseña: En el libro Zinc Sculpture in America de Carol. A. Grissom, podemos ver que en la página 313 nos da una idea de cuánto pudo haber costado la escultura de la ninfa de agua que remata la fuente de Villalongín. El precio variaba entre los 450 y 500 dólares, que de acuerdo con el tipo de cambio, podría haber sido entre $ 460.00 y $ 990.00 pesos mexicanos de la época, con un tipo de cambio promedio de 1.52 pesos por dólar americano. En la fotografía 1 se ve la portada del libro, en la 2 la portada interna y en la 3 los precios por dicha escultura, que podía ser con una capa de pintura (450 dólares) o con acabado de bronce (500 dólares). En la fotografía 4 se ve parte de los datos de la compañía J. W. Fiske, basada en Nueva York.

En el año de 1889 se transformó la Plazuela de Ánimas, y se creó el Jardín de Villalongín, para honrar la memoria del esclarecido insurgente. De acuerdo con Raúl Arreola Cortés:

En Morelia se mejoraron las plazas y jardines. La plaza principal tenía una gran fuente en el centro, con una columna en cuyo remate estaba una tosca escultura de cantera que quería representar a Morelos. En el gobierno de Jiménez se quitó la fuente y en su lugar se puso el kiosko que aún existe; la fuente se trasladó a la antigua plazuela de las Animas, acondicionada debidamente con un bello jardín; en el centro de la fuente se colocó una figura femenina, en metal fundido, traída de Europa; se le dio al jardín el nombre de Villalongín, en recuerdo a la hazaña del guerrillero insurgente.

Arreola Cortés, Raúl, Morelia, Morevallado Editores, Morelia 1991. P. 184.

Si uno se acerca a la base de la escultura en la fuente, claramente se puede leer que dice: “J.W. FISKE MANUFR. NEW YORK”, como se puede ver en la fotografía siguiente, lo cual podría desmentir el dato consignado en el libro del Dr. Arreola Cortés, acerca del origen europeo de la náyade.

Ubicación: En el Jardín de Villalongín, entre las calles Av. Francisco I Madero Oriente, Aquiles Serdán y Manuel Villalongín.

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Un túnel en Morelia

Reseña: El 26 de febrero de 2020 se nos invitó a los guías de los tranvías turísticos a conocer La Cantera – mercado gastronómico, cuyo principal atractivo son los platillos que ofertan, pero que se promocionaba con la oportunidad de conocer un túnel de Morelia. Debido a la emergencia sanitaria por el COVID, cerraron temporalmente pero nuevamente (escribo el 12 de marzo de 2024) han abierto, y aunque no me confirmaron que se pueda visitar el túnel, les comparto las fotografías que se tomaron esa ocasión. La primera fotografía es una captura de pantalla del sitio wayback machine que nos permite ver páginas de internet que ya no existen, la segunda fotografía es del 12 de marzo de 2024 y el resto del 26 de febrero de 2020. Más que un túnel parece una vía de acceso a un aljibe, que curiosamente su acceso se encuentra en otra casa. Si se abre al público lo informaré oportunamente.

Actualización: El viernes 28 de junio de 2024 acudí al sitio y estaba cerrado, me comentaron que al parecer ya no abrirán el gastronómico cantera y por lo tanto, no hay acceso al túnel.

Por sus características y de acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, califica para ser descrito como un túnel:

túnel. Del ingl. tunnel. 1. m. Vía subterránea abierta artificialmente para el paso de personas y vehículos. 2. m. Instalación cubierta y alargada que comunica dos puntos y sirve para distintos fines. Sinónimo: galería, pasadizo. Fuente: https://dle.rae.es/t%C3%BAnel

Ubicación: Santiago Tapia 153, entre las calles de Zaragoza y Juárez.

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Frase masónica en el frontispicio de una escuela

Reseña: Este es un poco difícil de verlo y de leerlo.- En el frontispicio de la Escuela Primaria Federal Simón Bolívar de Morelia, se ve un símbolo que representa un libro con un resplandor y una frase masónica que dice:

“CIENCIA Y VIRTUD PROGRESO SIMBOLIZAN”

Difícil estar en desacuerdo con esta frase.

Ubicación: Fray Antonio de Lisboa 51, esquina con Av. Tata Vasco.

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Nichos vacíos en la fachada de un templo (III)

Reseña: La Capilla de Nuestra Señora de las Nieves o de la Soterraña fue demolida parcialmente y en su lugar se redificó el actual Templo de Cristo Rey. Al igual que con el Templo de La Cruz, quedaron nichos vacíos, sin las esculturas que debían adornar la fachada del edificio religioso.

Ubicación: Andrés Quintana Roo 309

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Nichos vacíos en la fachada de un templo (II)

Reseña: En esta ocasión son ocho nichos que están vacíos, pero resta por averiguar si así es la decoración originalmente, si se destinaron a un uso temporal o si en realidad faltan ocho esculturas en la fachada del templo de Santa Catalina de Siena. Al ver la fachada del templo de Santa Rosa de Lima, es probable que sí hubiera la intención de poner esculturas en todos los nichos.

Ubicación: Av. Madero Oriente 345.

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Nichos vacíos en la fachada de un templo (I)

Reseña: La fachada original del Templo de La Cruz era sobria y casi sin adornos, pero después de ser reconstruida, se le dotó de varios elementos, pero notoriamente hay seis nichos que permanecen vacíos. A falta de esculturas de santos, el claroscuro que forman con la luz del sol o de las lámparas en la noche le da una belleza diferente y original.

Ubicación: Vasco de Quiroga esquina con Av. Madero Oriente.

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